El mundo actualmente impone grandes desafios para el poder evangelizador, ya que existe un ambiente que es cambiante y que es absorbido por una gran cantidad de acontecimientos que sumergen a las personas en una mediocridad mental y que las convierte en adictos de sistemas poco reflexivos.
Cristo de manera explicita hace un mandato: "Id por todo el mundo, y anunciad el evangelio", pero tambien en los evangelios se habla de interpretar los signos de los tiempos. La condición de bautizados nos impulsa fuertemente hacer testigos de ese Cristo resucitado que quiere que reine el amor entre los hombres. Es de este modo, que luchando a veces contra nosotros mismos, que votando nuestros propios miedos, que conociendo la realidad del mundo tenemos que abordar nuevos caminos de evangelizacion, y según el ambiente, condicion o situacion geografica lanzarnos para dar a conocer la accion misericordiosa de Cristo.
En el final de los tiempos se nos cobrará por el bien que dejamos de hacer, por eso debemos utilizar todos nuestros carismas para la construcción del reino de Dios.
Sería excelente que todos los cristianos pudieramos decir como san Pablo: "Me siento tranquilo por ustedes, que son una corona para cristo
